A pesar de sólo tener cerrado el transporte hacia Montpellier decidí iniciar el viaje con la esperanza de que durante el día alguien de Couchsurfing me contestase y me pudiera alojar durante unos días. Cuando llegué al punto de encuentro en el que había quedado con la persona que me iba a llevar, vi una furgoneta, y empezó a sonar la típica frase de toda madre «no te subas a furgonetas de extraños».
La furgoneta estaba preparada para ser una caravana, no había ni asientos traseros ni maletero, se había convertido todo en una cama con un lavamanos, una nevera y una mini cocina. Al ver la furgoneta me dio la sensación de estar en los años 60. El la furgoneta iban:
– El conductor: Un chaval alemán de 27 años que volvía de ver a su novia en Barcelona.
– El australiano: Un chico de 25 años, dentista, más pijo que el osito de Tous. Estaba viajando por el mundo, llevaba visitados 40 países en dos meses, pero no se quedaba más de uno o dos días en las ciudades porque le aburrían. La cultura de los países tampoco le interesaba, sólo iba para poder decir que había estado en la capital de ese país, en fin…
Después de un desvío para echar gasolina y tres horas de viaje me dejaron a la entrada de Montpellier, ellos seguían hasta Alemania pasando por Basilea para dejar al Australiano.
Tras pasearme un buen rato por las calles del centro encontré la oficina de turismo donde me conecté al Wifi para comprobar que no, nadie de Couchsurfing me había contestado todavía. Sin otro remedio que tener que pagar para dormir logré averiguar que lo más barato en la ciudad eran 40€ la noche!!!! Así que me puse a tocar para amortiguar el golpe.
A la mañana siguiente ya había recibido respuesta Cs (Couchsurfing),ya había conseguido un sofá en el que dormir así que las cosas mejoraban un poco. Ese mismo día empecé con la que parece que será mi rutina para el resto del viaje, por la mañana estuve haciendo cosas del blog y preparando cosas que todavía estaban pendientes para el resto del viaje. La medio día después de comer, salí a dar una vuelta para ver un poco la ciudad y por la tarde a tocar durante un par de horas. Ese día no fue el mejor para recaudar, de hecho fue bastante penoso, en media hora saqué solo 3€. Lo que hizo que me parase un poco a pensar en varias cosas para las que me tengo que preparar. Y es que para poder pagarme el viaje tocando tengo que tener en cuenta que habrá malos días, habrá días de lluvia durante los que no pueda tocar y habrá días en los que esté en lugares en los que no se pueda tocar por alguna razón, así que hay que estar preparado para todo. Esa noche la chica que me hospedaba me invitó a cenar (a lo largo de la semana colgaré un versión de lo que me hizo para cenar). Después de comer fuimos a tomar algo a casa de unos amigos suyos. Para mi sorpresa, nada más entrar en el apartamento vi una GameCube y gente jugando al Super Smash Bros, resulta que uno de los chicos había estado en el top 10 de Europa. Nos dio una paliza monumental a todos.
Durante mi estancia en Montpellier conocí a Bruno, un amigo de Erasmus de Marta, que me invitó a cenar a su casa y a dormir el que sería mi último día en Montpellier. Después de la baja recaudación del segundo día, el trabajo volvió a mejorar. Me he dado cuenta que lo que hay que hacer es encontrar «La Hora Mágica», así que a partir de ahora si me lo monto bien no me hará falta tocar más de dos horas al día.
Para variar, una vez más cambié la dirección de mi viaje, tenía pensado para en Valence a visitar a unos amigos que había conocido en el Camino de Santiago pero casualmente no estaban en la ciudad esa semana así que me marqué como siguiente parada Lyon. Logré contactar con una persona de Couchsurfing para que me diese cobijo durante unos días y también encontré a alguien que me llevase a Lyon…a las 4 de la mañana…
Pronto en tu blog favorito: Noches eternas en Lyon, belleza local y colonial, gallega en Lyon y días de lluvia.
Flequi dice
Muy bien Pichy, te has armado de valor y lo conseguirás. Espero que tu gaita y tu triunféis por el recorrido que realicéis y saques lo suficiente como para poder conseguir un lugar cómodo y seguro en los momentos mas duros. Mucha suerte y nunca te rindas. Saludos amigo
Marcela Dietz dice
Sigue comentando tus anécdotas y vivencias de este viaje!!!
Cunachi dice
Me encanta,es una verdadera aventura,lo bueno lo malo,me gusta…quiero mas…..aun es el comienzo….
Alfonso Castelao dice
Menuda aventura! hay aplicaciones para decirte cuál es el mejor momento para publicar en las redes sociales, qué pena que no la haya para saber el momento óptimo para monetizar las ‘tocadas de gaita’, jejeje. Me encanta que compartas tus vivencias como lo haces. Cuando vuelvas vas a tener un gran blog que te podrá abrir muchas puertas en lo que estudiaste, el Mkt y, lo más importante, el saco de experiencias vitales bien llenito. Cuídate mucho. Un abrazo fuerte.