La elección de ir a Annecy fue bastante aleatoria. Quería visitar algún pueblo en los alpes y en el mapa parecía estar bien localizado. hice una búsqueda en google para echar un vistazo a las fotos del lugar y tenía buena pinta así que me lancé de cabeza.
El viaje hacía Annecy lo hice compartiendo coches con un vendedor de seguros que tenía su oficina en Annecy pero trabajaba casi siempre por Lyon. Me recomendó un par de sitios bastante buenos y bien de precio para comer y me dejó a las puertas del albergue que había reservado. Para mi primera noche de estancia no había encontrado nada de couchsurfing pero para los días siguientes una pareja de jóvenes me habían dicho que me acogerían sin problema. En el albergue todo correcto, habitaciones limpias y con taquilla y una zona común bastante chula. Mientras estaba trasteando un poco con el ordenador e internet en la zona común, el encargado al que le tocaba la guardia me preguntó si me importaba que pusiese una película, le pregunté cual y me contesto «La venganza de los Sith»…la pregunta era totalmente innecesaria. Así que había estaba yo, más feliz que un tonto con un palo, con mi ordenador y viendo Star Wars.
A la mañana siguiente después de desayunar, me dediqué a contar todas las moneditas que tenía y a hacer paquetitos, 150€ en calderilla pesan mucho y dan para hacer muchos paquetitos.
Después de contar y organizar el dinero por enésima vez me puse en contacto con la gente de Cs para quedar por la tarde e ir a su casa. Ya entrada la mañana decidí que era hora de salir del albergue y visitar la ciudad/pueblo y aprovechar el tiempo antes de ponerme a tocar. Hasta ahora, Annecy es probablemente la ciudad más bonita que he visitado. Castillo, lago inmenso, canales, una isla en medio del pueblo, terrazas y un mercado matutino que llenaba las calles con puestos de las especialidades locales. Ya veréis las fotos del sitio y me entenderéis, además toda la zona estaba rodeada por montañas.
Me gustó tanto que cometí un pecado turístico, pero a mucha honra, busqué el lugar que tuviese las vistas que más me gustaban y me senté a comer algo en el restaurante de turno, que este caso era una crepería. Yo tan contento comiendo con unas vistas maravillosas, probablemente ya hayáis visto la foto del crepe que me metí entre pecho y espalda.
Al acabar de comer continué mi paseo por el centro, ahora en busca del lugar perfecto para tocar y lo encontré al bordeo del casco histórico y el lago. Antes de ponerme a tocar, me quedé un buen rato embobado mirando el lago. Ese día empecé a tocar un poco antes de lo normal porque había quedado con la gente que me iba a hospedar. Tocando me iba bastante bien, hubo un hombre en bicicleta que se paró y se quedó escuchando un buen rato, le gustaba mucho Carlos Nuñez y la música folk en general. Me preguntó un poco sobre mi viaje, y se ofreció a ofrecerme techo, a su mujer también le gustaba mucho la música y me dijo que le encantaría que estuviese con ellos, pero bueno, con en principio tenía donde dormir pues le dije que no, pero que de todas formas me diera sus datos por si a la vuelta con Rafa se nos ocurría pasar por Annecy.
Tras pasar un buen rato escuchando se fue y me dijo que se pasaría al día siguiente con su mujer para que me viese también. Al poco tiempo de que se fuera recibí un SMS. Era la persona que me iba a acoger… al final no podía así que me quedaba en la calle. Podéis llamarlo azar, suerte, destino, coincidencia o como os de la gana, pero tenía el número de Pascal. Le envié un SMS y quedamos en el mismo sitio más tarde. Llegó puntual con el coche a recoger y me llevo a su casa, estaba a las afueras de Annecy, a los pies de una montaña. Por el camino le fui contando más a fondo como iba viajando y lo que me había pasado con la gente Cs, me dijo que le daba igual que no me preocupase que podía estar el tiempo que quisiera, lo único que me pedía a cambio, que tocase un par de canciones con la gaita en su jardín (como si a estas alturas el tocar fuese un problema para mi, jajajajaja). Ya en la casa conocí a su esposa Mari Jo, una mujer muy maja a la que a partir de ahora consideraré mi madre francesa. Me enseñaron donde iba a dormir, tenía una habitación con cama doble para mi solo!!!!! Para cenar me invitaron a una pasta con tomate improvisada, y de postre queso! . Al acabar el postre realicé el pago de mi estancia tocando un par de piezas en la gaita, ojalá todo se pudiera pagar así.
A la mañana siguiente, después de darle una buena paliza a la cama (si a estas alturas ya estoy apreciando lo que es dormir en una cama, no me quiero imaginar lo que me espera jajajajaja), el desayuno estaba en la mesa de la cocina, que más se puede pedir. Desayuné, me arreglé y Pascal me acercó al centro donde me sugirió un par de sitios en los que tocar. Estuve toda la mañana dando vueltas, subí al castillo y me perdí entre las calles del centro, lo mejor que se puede hacer. A la hora de comer estuve buscando el restaurante que me habían recomendado en el que por 15€ ¡te sirven 4 kg de raclatte!, estaba cerrado, sólo abrían por las noches así que cambié la indigestión de queso por un bocata.
Descansito y a tocar. Esta vez toque durante menos tiempo del esperado, la policía se me acercó y me pidieron que parase. Me explicaron que hacía falta una licencia, bla,bla,bla. Al poco tiempo justo después de recoger el tinglado apareció Pascal para que fuésemos a tomar algo y después de vuelta a casa. Esta vez la cena se componía de un gratin con raclette, pollo al vapor y boletus salteados (los acababan de recoger). Riquísimo.
Después de la cena hice el pertinente pago de tocar un par de piezas con la gaita, me ayudaron a buscar transporte para ir hasta mi siguiente destino y a la cama.
A la mañana siguiente Pascal me dejó en el punto de encuentro con la persona que me iba a llevar a Ginebra. Próximamente: Navizas con touciño, joder que caro y un techo en Ginebra.(Invitado especial: Rafa Toriza)
Marcela Dietz dice
Retomo ahora… Si un poco tarde tu viaje. Pero cuando has escrito esto, nosotros estábamos en la Patagonia. A/partir de aquí te seguiré leyendo.
marta dice
Buaaaa!! Menuda potra! No puedo esperar a leer que tal te fue por Ginebra e Italia!!!!!
Mucha mierda!
Alfonso Castelao Simón dice
Qué buena historia y qué bien contada. Genial el tipo este que te acogió, pero en mi humilde opinión, le salió a él muy barato el concierto. No te canses de escribir, estamos viajando contigo 😉
Cunachi dice
Cada relato es un verdero placer leerlo. Siento tantas cosas,veo cada detalle,en tu narracion,pero la verdad me gustaria poder vivir tu aventura .
Cierto es, que aun falta lo mas emocionante,y estoy segura que tendras cada palabra lo mas adecuada y descriptiva posible ,para llevarnos un poquito a percibir tan maravillosa experiencia de vida.